MÉDICOS
CUBANOS, ORGULLOSOS DE CUMPLIR CON SU “DEBER” E IR A ÁFRICA A COMBATIR EL ÉBOLA
El virus
del Ébola ha matado a más de 4.500 personas desde marzo, sobre todo en Sierra
Leona, Guinea y Liberia
(La Habana, 21 de octubre – Reuters).- Los
médicos y enfermeros cubanos que están partiendo hacia África occidental para
combatir el virus del Ébola se consideran afortunados. De unos 15.000 que se
ofrecieron como voluntarios, sólo 256 han sido elegidos.
“Han
habido peleas, fuertes discusiones, con algunos médicos preguntando, ‘¿Por qué
mi colega va y yo no puedo irme?’”, dijo el médico Adrián Benítez, de 46 años,
sólo unas horas antes de abordar un avión con destino a Liberia.
En medio
de la alarma mundial sobre el peor brote de ébola que se haya conocido en la
historia, los médicos cubanos están dispuestos a viajar a África Occidental y
tratar de curar a los enfermos. Conocidos como el “ejército de batas blancas”,
hablan del sentido del deber y están dispuestos a asumir los riesgos.
El virus
del Ébola ha matado a más de 4.500 personas desde marzo, sobre todo en Sierra
Leona, Guinea y Liberia. Entre las víctimas fatales había hasta el lunes 239
trabajadores de la salud, dijo la Organización Mundial de la Salud.
Unos 165
médicos y enfermeras cubanos ya han aterrizado en Sierra Leona. Otros 91
viajaban el martes para misiones de seis meses de duración, 53 de ellos a
Liberia y el resto a Guinea.
Otros 205
recibieron un entrenamiento de tres semanas en Cuba, que incluye una práctica
intensiva en el uso de trajes de protección para evitar el contagio, pero aún
no les han asignado misiones contra el ébola.
Estos son
los ejemplos más recientes de la diplomacia médica de Cuba. La isla caribeña de
Gobierno comunista ha enviado brigadas médicas a sitios de desastres en todo el
mundo desde la revolución de 1959 que llevó a Fidel Castro al poder.
El
Gobierno cubano permitió que periodistas en La Habana hablaran el martes con 11
de los médicos que estaban a punto de partir. Todos han cumplido misiones
internacionales antes y expresaron su orgullo por la nueva asignación, para la
que recibieron el apoyo de sus familias.
Todos han
cumplido misiones internacionales antes y expresaron su orgullo por la nueva
asignación, para la que recibieron el apoyo de sus familias.
No existe
una cura probada para el ébola, y aproximadamente la mitad de las personas que
lo contraen muere.
“Sabemos
el riesgo que corremos. Sabemos que vamos a luchar contra algo que nosotros
mismos no conocíamos totalmente”, dijo Leonardo Fernández, un médico de 63
años. “Sabemos todo lo que puede pasar. Sabemos que vamos a un medio hostil.
Sabemos que vamos compartir codo a codo con otras nacionalidades. Pero es
nuestro deber, así hemos sido formados”, agregó.
“Sabemos
todo lo que puede pasar. Sabemos que vamos a un medio hostil. Sabemos que vamos
compartir codo a codo con otras nacionalidades.
Varios de
los médicos repiten un lema frecuentemente citado en la cultura médica de Cuba.
“Nosotros no damos lo que sobra. Nosotros compartimos lo que tenemos”.
“Ese
poquito que tenemos, cuando un pueblo necesita de nosotros, somos capaces de
compartir. Es un concepto básico”, dijo Fernández.
Cuando los
rebeldes de Castro tomaron el poder en 1959, Cuba tenía 6.000 médicos, y la
mitad de ellos rápidamente emigraron del país, según el Gobierno.
Con la
ayuda económica de la Unión Soviética, Cuba construyó un sistema de salud que
fue entonces la envidia del mundo en desarrollo, aunque algunos de esos avances
se perdieron con el derrumbe del socialismo soviético. Muchos hospitales
cubanos están en mal estado, y cubanos dicen que tienen dificultades para obtener
citas médicas o para hallar algunos medicamentos.
Con 83.000
médicos en la actualidad, Cuba dice que tiene 7,2 médicos por cada 1.000
habitantes, una de las tasas más altas del mundo. Pero, con unos 25.000 médicos
trabajando en el extranjero, la proporción cae a alrededor de 4,6, incluso
contando los últimos 5.500 graduados en escuelas de medicina, según el ministro
de Salud cubano, Roberto Morales.
Aunque
Cuba ofrece médicos y enfermeras de forma gratuita para desastres, también
intercambia servicios médicos por dinero o productos en misiones más
rutinarias. Por ejemplo, la isla recibe un estimado de 100.000 barriles de
crudo por día desde Venezuela, donde están destinados unos 30.000 médicos
cubanos.
En total,
hay más de 50.000 trabajadores de la salud cubanos cumpliendo misiones en 66
países.
El
personal médico cubano que está partiendo hacia África Occidental recibió tres
semanas de formación en el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí, en las
afueras de La Habana, donde las autoridades sanitarias establecieron un
hospital de campaña que simula las condiciones en el continente africano.
Si alguno
de los médicos o enfermeras cubanas contraen ébola en África Occidental, serán
tratados en un sitio especial para los trabajadores en programas de ayuda
internacional hasta que se curen o fallezcan, dijo Jorge Pérez, director del
Instituto Pedro Kourí.
Todos los
demás serán monitorizados por al menos 21 días en el hospital a su regreso a
Cuba, al igual que cualquier visitante que llega a la isla desde los países
afectados.
A pesar de
los riesgos, uno de los médicos, Iván Rodríguez, de 50 años, dijo que su
familia lo apoyaba y estaba orgullosa.
“Me
hubiese sentido muy defraudado, muy triste, si ellos hubiesen sentido que tuve
miedo al dar el paso”, dijo. “Ahora son 15.000 (voluntarios). Estoy convencido
de que pueden haber 15.000 más”.