FOTOGRAFÍAS
DE AMY WINEHOUSE: EL AMOR TAMBIÉN MATA
Creyó
que era el amor de su vida pero con él conoció la muerte.
Poseía
una de las voces más privilegiadas en el mundo de la música.
Su entrega era
total para interpretar con fino encanto melodías al ritmo de soul, jazz,
R&B, ska entre otros.
Esta cantante y compositora fue una de las grandes
estrellas que partieron a los 27 en manos de las adiciones. La favorita de Amy
Winehouse era la cocaína pero su fanatismo verdadero era el amor.
A los 23
años tuvo una sobredosis que dejó en claro que su muerte no sería lejana.
También
disfrutaba de fumar pipas con crack y frecuentemente aparecían fotos de ella en
la que tenía restos de cocaína en la nariz.
Era
también adicta al amor, a buscar desesperadamente la aprobación y la seguridad
de un cariño. Se dedicó a hacer feliz a su pareja a costa de su satisfacción y
bienestar.
Esa
adicción la llevó a extremas crisis personales y profesionales que la orillaron
a consumir drogas mucho más intensas y en mayor cantidad y frecuencia.
Las
sustancias adictivas como la mariguana, la heroína y el alcohol llenaron el
vacío de su relación, que estaba llena de pleitos y decepciones.
Un
hombre se convirtió en su perdición. Mucha gente asegura que su amor excesivo por Blake
Fiedler-Civil fue la que la arrastró a las adicciones.
Se
conocieron en 2004, en Londres y la atracción fue innegable e inmediata. Un año
después, él la abandonó y Amy cayó en depresión y sufrió un incontrolable
trastorno alimenticio.
En esa
época grabó “Black to black”, uno de sus más grandes éxitos, pero al mismo
tiempo era señal de su más grande fracaso y derrota.
La fama
había llegado a la vida de Amy. Era conocida en todo el mundo pero su corazón
roto aún lloraba. Blake quiso volver a tener su amor y en 2007 retomaron su
relación. Se casaron y Amy perdió el total equilibrio.
Ninguno
de los dos pudo lidiar con la inestabilidad de la cantante. Su relación se
volvió enfermiza, dependiente y destructiva. Ninguno de los dos aceptaba sus
errores.
En una
de tantas peleas de la pareja, Blake terminó con algunos cristales incrustados
en su piel. Amy se clavó algunos para demostrarle su amor, de acuerdo con lo
que dice el joven.
Amy
Winehouse amó como nadie debe amar
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